Durante la visita de Lady Gaga a España, concretamente a Madrid, los joyeros de la calle Serrano fueron citados en un hotel pero no fue ni para una convención de diamantes, ni para una copa de Navidad entre colegas. Fueron citados por la manager de Lady Gaga porque la artista estaba buscando un regalo. Los joyeros fueron entrando uno a uno en la suite de la reina del pop, donde su manager realizó una previa selección de sus muestrarios. Entre ellos estaba la joyería Chopard y otros nombres internacionales de gran prestigio.
Serpiente: pulsera rígida en metal dorado y cristales rojos (156 euros). Cocodrilo: Maxi pulsera de acero con cristales de OhmyGod (161 euros). Pieza única en oro rosa, diamantes, tsavoritas verdes y quarzos citrino, diseño de Nicol's
De todos los diseños, Lady Gaga se quedó finalmente con los de la joyería Nicol’s, la única española entre todas las firmas, propiedad de la familia madrileña Nicolás. Eligió una sortija de oro blanco y pavé de diamantes para hacer el regalo y se encaprichó de una maxi sortija, una pieza única realizada en oro rosa, diamantes, tsavoritas rojas y quarzos citrino, para ella.
Ya que estaba, decidió comprar también siete piezas de bisutería de la firma OhmyGod, también propiedad de los Nicolás. Se hizo con unas pulseras en forma de serpiente y de cocodrilo y dos maxi gargantillas, que casualmente también las tienen las cantantes Cher y Cristina Aguilera.
El diseño español no tiene nada que envidiarle ni al americano ni a ninguno, lo atestiguan nada menos que las divas del pop más internacionales.
Este es el anillo que Lady Gaga compró para sí misma, perteneciente a la casa de yojas española Nicol's, y que días después luciría en París.