Así de espectacular fue su concierto y así te lo contamos

Cosas que se vieron ayer durante las dos horas de concierto que Lady Gaga dio en el Palacio de los Deportes de Madrid:

- Un pez monstruo que se ilumina y se mueve. Un piano que funciona mientras se quema. Un sujetador que echa chispas. Un vestido de cristal que se mueve solo. Unas gafas que trepan por la frente. Una especie de caja-vestido de pelo blanco. Un vagón de metro. Un traje de látex. Zapatos de purpurina. Muchas hombreras, piernas abiertas, luces de neón y hasta un ángel de plata que también arde.

Es una enumeración de lo más destacado pero no está, ni mucho menos, resumido el espectacular montaje que ayer la súper estrella (como ella repitió en varias ocasiones), ya conocida como Gaga desplegó en la capital después de haber actuado también en Barcelona y en Lisboa.

Con un Palacio de los Deportes a rebosar, a las 21,15 se subió el telón y nos encontramos con un escenario lleno de mensajes en neón: 'Sexo, tabaco, drogas'... La cantante, con unas hombreras gigantes, se deslizaba por una barandilla, mientras el público daba una tibia acogida al tema 'Dance in the Dark', el primero que sonó.

Dos temas más tarde, la cosa empezó a caldearse a ritmo del que fue su primer éxito 'Just Dance'. A partir de ese momento, el concierto se convirtió en una especie de musical/ópera/desfile... trepidante y desfasado en el que la superestrella condujo al público por una montaña rusa emocional donde la alegría se mezclaba con las lágrimas, los gritos con los susurros y los movimientos más sexys con las palabras más cándidas... ¿Locura? Llámalo Gaga.

A pesar de los -al menos- 15 cambios de modelito y los cuatro alucinantes escenarios (de una sucia simulación de Brooklyn a un bosque animado), Gaga bailó y cantó ¡todo! en riguroso directo. Además, recogió las cosas que la tiraron al escenario, se puso una camiseta de los fans e incluso, cantó 'Cumpleaños Feliz' a una persona del público a quien sus amigos habían puesto un cartel anunciando "Today is his birthday".

Entre tema y tema, Lady Gaga potenció su parte más cercana con confesiones como que ella con 13 años se rompió un tobillo en un concierto del grupo Franz Ferdinand o que de pequeña en el colegio todo el mundo se metía con ella... Todo para terminar con el consejo que repitió como un mantra durante toda la noche: 'Hoy podéis ser lo que queráis', 'todos sois súper estrellas', 'no importa lo que os digan', 'quereos a vosotros mismos' etc. etc. etc.

La traca final, después de la sangre, el ángel de fondo y el monstruo gigante intenando comérsela... fueron 'Alejandro', 'Pokerface', 'Paparazzi' y 'Bad Romance'. Gritos, brazos al aire, manos con forma de garras y esa sensación de que, sin duda, en este espectacular show hay sombras de grandes como Madonna, Kilye, Grace Jonze y hasta Guns'n Roses... Pero con la certeza de que la joven Stefani Gabriella Germanotta (su nombre real) es todo eso y mucho más, es el hijo que se ha comido y ha devorado a todos y cada uno de esos padres y madres.

Hasta la vista, Gaga.

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