
Mientras esperamos ese disco para finales de 2010, Lady GaGa sigue acaparando atención en todos los frentes. Se espera un cómic basado en su persona, Polaroid la ha contratado para que revolucione el mercado de las cámaras fotográficas, una serie de culto como Glee le ha dedicado un capítulo entero, las teorías conspiratorias apuntan hacia ella como una marioneta utilizada por los Illuminatti para establecer el nuevo orden mundial, los diseñadores más importantes le diseñan modelos galácticos de alta costura, mientras que su propia firma de moda, Haus of GaGa, se presenta como la más innovadora y deseada por los consumidores temerarios. La idea de que el momento GaGa era pasajero va quedando muy, muy, lejana hasta para los más descreídos.
Stefani Joane Angelina Germanotta nunca se sintió aceptada: "No encajaba con mis compañeras de clase, me sentía un bicho raro. Se reían de mí, me tiraban del pelo, me llamaban gorda...". Como el personaje de Emily the Strange (la niña gótica favorita en la mitología de las adolescentes inadaptadas), GaGa es una inspiración para todas las que saben que son diferentes. Es una película de Tim Burton hecha realidad.
GaGa antes de GaGa
"Si me llamas Stefani es que no me conoces". A Stefani Joanne Angelina Germanotta (Nueva York, 1986) ya no le gusta su verdadero nombre. "Es Lady GaGa", corrige siempre a los periodistas. La última estrella pop global no prefabricada tiene ascendencia y nariz italianas, como Madonna, creció en el exclusivo Upper East Side de Manhattan y estudió en el colegio católico El Sagrado Corazón, como Paris Hilton. Aunque, matiza, su familia no era de las más ricas. Su padre dirigía una compañía que instalaba wifi en hoteles, y su madre fue vicepresidenta de la operadora de móviles Verizon. Con su primer sueldo de camarera, GaGa se compró un bolso de Gucci, un capricho que le negaban en su casa. Celosas de su éxito en los musicales de fin de curso, algunas alumnas la llamaban "germen", pero, pese a la leyenda, sus compañeros la recuerdan como una estudiante popular. Hizo sus primeros pinitos de rock en el barrio del Lower East Side y participó en el reality de cámara oculta Boling points (MTV), que circula por YouTube. Hasta que conoció a Rob Fusari, un productor de Destiny's Child que buscaba a una chica "no necesariamente guapa, pero con algo" para liderar una versión femenina de Los Strokes. Redirigida hacia el dance, GaGa encontró su público. "Siempre fui famosa", declaró, "lo que pasa es que nadie se había dado cuenta".
Stefani Joane Angelina Germanotta nunca se sintió aceptada: "No encajaba con mis compañeras de clase, me sentía un bicho raro. Se reían de mí, me tiraban del pelo, me llamaban gorda...". Como el personaje de Emily the Strange (la niña gótica favorita en la mitología de las adolescentes inadaptadas), GaGa es una inspiración para todas las que saben que son diferentes. Es una película de Tim Burton hecha realidad.
GaGa antes de GaGa
"Si me llamas Stefani es que no me conoces". A Stefani Joanne Angelina Germanotta (Nueva York, 1986) ya no le gusta su verdadero nombre. "Es Lady GaGa", corrige siempre a los periodistas. La última estrella pop global no prefabricada tiene ascendencia y nariz italianas, como Madonna, creció en el exclusivo Upper East Side de Manhattan y estudió en el colegio católico El Sagrado Corazón, como Paris Hilton. Aunque, matiza, su familia no era de las más ricas. Su padre dirigía una compañía que instalaba wifi en hoteles, y su madre fue vicepresidenta de la operadora de móviles Verizon. Con su primer sueldo de camarera, GaGa se compró un bolso de Gucci, un capricho que le negaban en su casa. Celosas de su éxito en los musicales de fin de curso, algunas alumnas la llamaban "germen", pero, pese a la leyenda, sus compañeros la recuerdan como una estudiante popular. Hizo sus primeros pinitos de rock en el barrio del Lower East Side y participó en el reality de cámara oculta Boling points (MTV), que circula por YouTube. Hasta que conoció a Rob Fusari, un productor de Destiny's Child que buscaba a una chica "no necesariamente guapa, pero con algo" para liderar una versión femenina de Los Strokes. Redirigida hacia el dance, GaGa encontró su público. "Siempre fui famosa", declaró, "lo que pasa es que nadie se había dado cuenta".