La cantante Lady Gaga visitó la noche del lunes a Julian Assange
en la embajada de Ecuador en la capital británica, donde el fundador de
WikiLeaks se refugió para evitar su extradición a Suecia, como reveló ayer el diario The
Times.
WikiLeaks se negó a confirmar o
desmentir el encuentro estimando que se trataba de algo “del ámbito privado”.
La cantante estuvo el domingo
en los grandes almacenes Harrods, que están muy cerca de la embajada, para
promocionar su nuevo perfume, pero volvió a esta zona de Londres —el barrio de
Knightsbridge— para ver a Assange, según el periódico.
Assange, de 41 años, violó los
términos de su libertad condicional cuando se refugió el 19 de junio en la
legación de Ecuador en Londres para pedir asilo y evitar así su inminente
extradición a Suecia, país que lo requiere para interrogarle como sospechoso de
cuatro supuestos delitos de agresión sexual.
El australiano teme ser
entregado posteriormente a Estados Unidos, donde podría ser procesado por haber
filtrado 250 mil cables diplomáticos confidenciales y decenas de miles de
documentos secretos sobre las guerras de Irak y de Afganistán a través de su
página web WikiLeaks.
Y, como siempre, Gaga, involucrada en temas de injusticia social, consiguió lo que quería: regalarle publicidad al caso Assange para concienciar de la realidad política mundial y recordarnos que la información, hoy más que nunca, es poder.